El solar donde teníamos que diseñar esta vivienda tenía una geometría muy peculiar, marcadamente longitudinal y unas preexistencias que debían de ser mantenidas (una construcción auxiliar en muy buen estado y el acceso de vehículos), nos ofrecía un área edificable muy reducida.
Además, sumado la fuerte pendiente transversal de la parcela nos forzaba a plantear una propuesta de vivienda longitudinal con orientación oeste, al sol de atardecer, el más cálido de todos, eso sí, con unas vistas sobre el vallés y las puestas de sol espectaculares.
La propuesta, por tanto, propuso un edificio con una geometría que permitiese controlar la radiación solar de poniente y magnificar el acceso de luz de norte y radiación del este y el sur. Planteamos una pastilla relativamente ciega a oeste, con una hendidura en el centro, en la orientación este, que generaba un patio y una protuberancia en el volumen en la fachada oeste.
Este pequeño gesto permitía abrir ventanas a norte y a sur, tanto en el patio como en el volumen proyectado, generando interesantes relaciones con el exterior cercano y lejano.
Constructivamente la construcción se resuelve con un muro de contención a este y una solera sobre la que se asienta una caja de madera de pino contralaminado, obra de @egoin. La planta baja se relaciona con el jardín en las orientaciones norte, sur y oeste, mientras que la planta primera lo hace con la fachada este.
El revestimiento exterior es de madera de alerce oscurecida, una madera que no precisa de mantenimiento y que, con los años tiende a oscurecer, el tratamiento que se la ha dado no hace más que acelerar y homogeneizar el oscurecimiento, liberando al propietario de la carga del mantenimiento que otras maderas sí que tienen.
En definitiva es una vivienda saludable, sostenible y altamente respetuosa con su entorno, que ha sabido sacar lo mejor de un solar que, a priori, parecía de poco valor.
¡Estamos muy orgullosos del resultado!