Se estudió el entorno y se situaron las piezas destinadas al reposo y descanso relacionadas con el patio mientras que las de mayor actividad lo hacen con la calle; la zona del segundo dormitorio se entiende como un pequeño espacio autónomo de la vivienda, con mayor relación con el exterior.
De esta forma, las estancias se disponen de manera estratégica para maximizar el aprovechamiento de la luz natural y la relación con el patio; además la distribución protege las zonas de confort de la vivienda del molesto sol de poniente.
Éste es un claro ejemplo de nivel personalizado en cuanto a la aplicación de arquitectura saludable se refiere, los clientes han escogido el nivel de profundidad al que hemos llegado.