Humedad relativa

Humedad relativa: ¿alta o baja?

El debate entre la conveniencia de la humedad relativa alta o baja lleva tiempo abierto. De hecho, durante mucho tiempo se ha relacionado la humedad relativa baja en ambientes interiores con numerosos trastornos de salud, normalmente relacionados con las vías respiratorias y de la piel.

Sin embargo, hoy en día sabemos que la causa real de estas patologías es la mayor concentración de polvo ambiental y la carga electrostática, dos factores que favorecen esta sequedad atmosférica.

En muchas ocasiones hemos escuchado la recomendación de aumentar la humedad relativa de las habitaciones de una vivienda ya que, de este modo, es posible evitar la sequedad y las alergias. Incluso se comercializan gran variedad de humidificadores de aire con este objetivo.

No obstante, una humedad relativa excesivamente alta es igual de poco recomendable que una excesivamente baja.

¿Cómo regular la humedad relativa ambiental?

Para establecer una regulación natural del ambiente es fundamental escoger unos materiales de construcción apropiados, es decir, aquellos con una higroscopia alta. Por ello en DinA5 Arquitectura Saludable prestamos especial atención a los acabados interiores de todos nuestros proyectos.

Un material higroscópico es aquel que, mediante la absorción o liberación de agua al ambiente, ayuda a regular la humedad relativa. La humedad relativa de un ambiente interior saludable debe mantenerse entre el 30% y el 60%, siendo un 45-50% el valor óptimo.

Además, es esencial buscar siempre una temperatura interior constante, pues el grado de afectación en la salud de la humedad relativa alta o baja está totalmente vinculado a la temperatura ambiental, especialmente en la capacidad del organismo de liberar toxinas mediante la respiración.

CONSECUENCIAS DE UNA HUMEDAD RELATIVA ALTA O BAJA

Como comentábamos, una humedad relativa alta es igual de poco recomendable que una demasiado baja. Veamos cómo afectan a nuestro organismo una humedad relativa alta o baja.

Humedad relativa alta

En una vivienda u oficina una humedad relativa excesivamente alta ocasiona patologías tales como dificultad de respiración, fatiga, disminución de la liberación de toxinas de nuestro cuerpo o incremento de los malos olores.

Además, también se producen alteraciones en el entorno habitado, ya que se acumula el calor y se deterioran los materiales, lo que incrementa la proliferación de hongos y esporas.

Humedad relativa baja

En cambio, una humedad relativa demasiado baja provoca una mayor levitación del polvo en el aire, motivo por el cual se acentúan las alergias, los resfriados, la inflamación ocular, el asma y el dolor de cabeza, entre otras dolencias.

Para acabar nos gustaría compartir un consejo para un descanso óptimo y regenerador: es conveniente dormir en un ambiente fresco y bien tapados, pues el aire que respiremos se dilatará en nuestros pulmones y sus moléculas transportarán muchas más toxinas en la exhalación.

Para cualquier consulta ya sabéis que podéis contactarnos sin problema, estaremos encantados de atenderos.