Diseño de una casa saludable para dormir mejor
La creación de un entorno adecuado y los hábitos cotidianos son esenciales para lograr un descanso óptimo y reparador. Como si de medicina preventiva se tratase, si generamos un ambiente apropiado muy probablemente dormiremos más horas y de mayor calidad.
En este post desvelaremos algunos de los factores clave para el diseño de una casa saludable para dormir mejor, que asegure un descanso 100% regenerador y permita reducir la necesidad de buscar remedios para el insomnio.
¡Veamos los aspectos clave a tener en cuenta!
FACTORES PARA EL DISEÑO DE UNA CASA SALUDABLE PARA DORMIR MERJOR
#1 Iluminación adecuada
Hasta la irrupción de la electricidad hace tan solo 150 años la rutina del sueño la marcaba el ciclo día-noche. En el interior de la vivienda se reflejaba, mediante la luz, el avance del día y nuestro organismo también lo sabía interpretar, preparándose para la actividad diaria por la mañana y el reposo reparador al atardecer.
La electricidad ha propiciado la creación de atmósferas artificiales en los espacios interiores que nos impiden distinguir el momento del día en que nos encontramos. Por ello es muy necesario recuperar esta sensibilidad, es fundamental permitir a nuestro organismo prepararse para el descanso.
El diseño de una casa saludable para dormir mejor debe de permitir a su usuario llevar a cabo la rutina del descanso con una iluminación suave, mínima y cálida. Además debe ser posible oscurecer el espacio casi al 100% durante las horas de sueño.
#2 Ausencia de contaminación electromagnética
Junto con la iluminación artificial, hoy en día toma también mucha presencia en nuestros hogares la contaminación electromagnética. Los aparatos electrónicos inalámbricos como teléfonos, redes wifi o transformadores producen campos electromagnéticos capaces de atravesar las paredes de una vivienda con suma facilidad.
Para el correcto diseño de una casa saludable para dormir mejor conviene apagarlos durante la noche, ya que la oscuridad y la ausencia de campos electromagnéticos son fundamentales para un descanso óptimo. Además, la contaminación electromagnética inhibe la producción de melatonina y dificulta la regeneración celular durante la noche.
La melatonina es una hormona hipnoinductora (adormecedora) fundamental en nuestro organismo, encargada de disminuir la oxidación del mismo. Bajo los efectos de la luz o de campos electromagnéticos esta glándula disminuye drásticamente su productividad.
#3 Dimensión proporcionada del dormitorio
El tercer factor clave para el diseño de una casa saludable para dormir mejor es la búsqueda de una dimensión proporcionada y a escala humana del espacio de descanso.
En ocasiones pensamos que el dormitorio ideal debe de ser, de entrada, de grandes dimensiones. Pero lo cierto es que, aunque la estancia en la que se encuentre la cama sea enorme, conviene que el espacio de descanso sea lo más recogido posible.
Éste ha de transmitir protección o de lo contrario el cerebro no acabará de desconectar y el reposo no será tan profundo. Es más, puede que parezca una obviedad pero es conveniente disponer un gran paño de pared tras la cama o, en su defecto, un gran cabezal que haga la función de pared protectora.
Relajar el subconsciente es muy importante para un descanso realmente reparador.
#4 Disposición de las aberturas
¿Y qué hay de la posición de las ventanas en el diseño de una casa saludable para dormir mejor? Si podemos escoger su ubicación lo haremos de forma que no estén tras el cabezal ni a la altura del torso ya que producen diferencias de temperatura localizadas que van en detrimento del confort.
Si se encuentran fuera del ámbito de la cama mucho mejor. Además, conviene cerrarlas totalmente durante la noche para evitar la entrada de luz de la calle, especialmente en entornos urbanos donde la iluminación nocturna puede ser realmente molesta.
#5 Temperatura equilibrada
Otros de los factores clave a tener en cuenta en el diseño de una casa saludable para dormir mejor es la temperatura interior de la vivienda.
Para una óptima oxigenación del organismo durante el sueño es conveniente que el aire del dormitorio sea más bien frío, entre 18-20°C en invierno y 24-26°C en verano.
Para dormir es más adecuado un ambiente fresco, sin llegar a ser extremo pero que suponga taparnos. Si el aire es muy cálido su molécula se dilata y cabe menos en nuestros pulmones, por lo que necesitaríamos respirar más rápido para oxigenarnos de igual modo.
A veces nos dejamos llevar por la sensación de que querer es poder, pero tener temperaturas de 25°C en invierno o de 18°C en verano es absolutamente desproporcionado y, además de incrementar sensiblemente el gasto energético y la contaminación indirecta de nuestra vivienda, los cambios bruscos de temperatura pueden llegar a enfermarnos.
A través de la respiración nocturna nuestro organismo depura gran parte de los tóxicos ingeridos a lo largo del día. Cuanto más eficiente sea esta respiración, mayor volumen de aire podremos transpirar y más toxinas serán expulsadas.
#6 Humedad relativa
Para acabar nos gustaría hablar de la humedad relativa. Junto con los valores adecuados de temperatura es necesario que la humedad relativa en un ambiente interior se encuentre dentro de los márgenes saludables, entre un 40% y un 60%.
Cuanto menos agua contenga el aire que inspiramos, más agua espiraremos y éste es el auténtico mecanismo de depuración de la respiración.
————-
En resumen, para diseñar una casa saludable para dormir mejor debemos tener en cuenta distintos factores, algunos de ellos más relacionados con el diseño arquitectónico pero otros más ligados a nuestros hábitos cotidianos.
A través del post de esta semana esperamos haberos facilitado un abanico de herramientas para mejorar la calidad de vuestro descanso diario.